Las cigalas son un exquisito crustáceo, similar a la langosta, muy apreciado por su sabor. Las cigalas son, además de un manjar, unos animales muy curiosos y algo tenebrosos. Hoy te contamos en nuestro post un poco más acerca de las cigalas.

Los rasgos físicos más característicos de las cigalas son su par de pinzas delanteras. Son unas pinzas bien desarrolladas, de un tamaño grande (en comparación con su cuerpo) y que le son muy útiles a la hora de comer moluscos. El segundo y el  tercer par de patas es más pequeño, pero acabadas también en pinza. Tienen un color rosa con manchas de color rojo anaranjado, aunque depende de la especie, los tonos varían.

Como alimento, las cigalas tienen un importante valor nutricional. Destacan por ser ricas en vitamina B5, lo cuál las convierte en un marisco útil para combatir el estrés y las migrañas. También, gracias a esta vitamina, son una buena opción para reducir el exceso de colesterol.

Este crustáceo habita en los fondos de mares y océanos. Suelen habitar sobre fondos blandos de arena fina, donde han creado en galerías (madrigueras) perforadas por ellos mismos para esconderse. Estas galerías son muchas veces largas y cuentan con más de una salida. Aunque suelen vivir en profundidades de entre 20 y 250 metros, a veces viven en grandes profundidades de hasta 800 metros. Son animales solitarios y grandes depredadores, que se alimentan principalmente de moluscos y peces muertos que bajan hasta los fangos. No son grandes amigas de la luz, y las cigalas sólo salen al anochecer y al amanecer para poder alimentarse.

Las cigalas son muy comunes en todo el océano Atlántico así como en el mar Mediterráneo y es un producto que se obtiene durante todo el año. Una de sus mayores características (y curiosidades) es que la hembra pone unos 4000 huevos de color verde y luego los lleva en sus patas… ¡durante nueve meses!

En Círculo podrás encontrar cigalas de primera calidad y podrás probar tanto cigalas cocidas como a la plancha. ¡Riquísimas!

Haz tu reserva aquí. 

¡Buen provecho!

Las cigalas son un exquisito crustáceo, similar a la langosta, muy apreciado por su sabor. Las cigalas son, además de un manjar, unos animales muy curiosos y algo tenebrosos. Hoy te contamos en nuestro post un poco más acerca de las cigalas.

Los rasgos físicos más característicos de las cigalas son su par de pinzas delanteras. Son unas pinzas bien desarrolladas, de un tamaño grande (en comparación con su cuerpo) y que le son muy útiles a la hora de comer moluscos. El segundo y el  tercer par de patas es más pequeño, pero acabadas también en pinza. Tienen un color rosa con manchas de color rojo anaranjado, aunque depende de la especie, los tonos varían.

Como alimento, las cigalas tienen un importante valor nutricional. Destacan por ser ricas en vitamina B5, lo cuál las convierte en un marisco útil para combatir el estrés y las migrañas. También, gracias a esta vitamina, son una buena opción para reducir el exceso de colesterol.

Este crustáceo habita en los fondos de mares y océanos. Suelen habitar sobre fondos blandos de arena fina, donde han creado en galerías (madrigueras) perforadas por ellos mismos para esconderse. Estas galerías son muchas veces largas y cuentan con más de una salida. Aunque suelen vivir en profundidades de entre 20 y 250 metros, a veces viven en grandes profundidades de hasta 800 metros. Son animales solitarios y grandes depredadores, que se alimentan principalmente de moluscos y peces muertos que bajan hasta los fangos. No son grandes amigas de la luz, y las cigalas sólo salen al anochecer y al amanecer para poder alimentarse.

Las cigalas son muy comunes en todo el océano Atlántico así como en el mar Mediterráneo y es un producto que se obtiene durante todo el año. Una de sus mayores características (y curiosidades) es que la hembra pone unos 4000 huevos de color verde y luego los lleva en sus patas… ¡durante nueve meses!

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