Tú de qué eres… ¿de pulpo a la gallega o a la brasa?
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Hay dos tipos de personas, las que prefieren el clásico pulpo a la gallega o las que lo prefieren a la brasa. En Círculo marisquería preparan las dos recetas, para que todo el mundo disfrute de este manjar.
El pulpo a la gallega es un plato tradicional de Galicia y un clásico en su cultura y gastronomía. Es la comida protagonista de las fiestas, ferias y romerías; de ahí que se llame también pulpo “a feira”. Aunque actualmente su consumo se ha generalizado por toda la península.
No olvidemos que este molusco cefalópodo posee músculo en la mayor parte de su cuerpo. Tienen fibras musculares muy finas, por tanto se caracteriza por tener una carne densa que hay que conseguir que quede ni muy blanda ni muy dura, y posee una textura fina y suave. Aunque es precisamente eso lo que a algunos no les gusta, su textura, y por tanto se decantan más por un pulpo a brasa. Éste es jugoso por dentro y crujiente por fuera, con la piel un poco “churrascadita”. Y una vez braseados también se sirve igual que a la gallega, es decir, espolvoreando el pimentón dulce, el pimentón picante, la sal gruesa y el aceite de oliva.
¡Buen provecho!
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Tú de qué eres… ¿de pulpo a la gallega o a la brasa?
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Hay dos tipos de personas, las que prefieren el clásico pulpo a la gallega o las que lo prefieren a la brasa. En Círculo marisquería preparan las dos recetas, para que todo el mundo disfrute de este manjar.
El pulpo a la gallega es un plato tradicional de Galicia y un clásico en su cultura y gastronomía. Es la comida protagonista de las fiestas, ferias y romerías; de ahí que se llame también pulpo “a feira”. Aunque actualmente su consumo se ha generalizado por toda la península.
No olvidemos que este molusco cefalópodo posee músculo en la mayor parte de su cuerpo. Tienen fibras musculares muy finas, por tanto se caracteriza por tener una carne densa que hay que conseguir que quede ni muy blanda ni muy dura, y posee una textura fina y suave. Aunque es precisamente eso lo que a algunos no les gusta, su textura, y por tanto se decantan más por un pulpo a brasa. Éste es jugoso por dentro y crujiente por fuera, con la piel un poco “churrascadita”. Y una vez braseados también se sirve igual que a la gallega, es decir, espolvoreando el pimentón dulce, el pimentón picante, la sal gruesa y el aceite de oliva.
¡Buen provecho!
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