Protocolo para comer marisco
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A veces comer marisco puede ser un engorro ya que mancha mucho, y si estamos en una comida o cena con alguna persona con la que no tengamos mucha confianza, nos puede resultar incómodo. Normalmente no nos preocupamos del protocolo, pero tranquilos, que también está permitido consumirlo con las manos…, eso sí, sin sorber.
¿Has probado alguna vez a pelar los langostinos con cubiertos? Parece una tarea minuciosa, pero seguro que si te pones, es mucho más sencillo de lo que crees. Primero tienes que separar la cabeza del cuerpo, después con ayuda de un cuchillo se hace un corte longitudinal en la parte baja del langostino, y por último, separamos la cáscara. Te resultará fácil, eso sí, siempre y cuando el langostino esté bien cocido.
En las piezas más grandes, como el bogavante o la langosta, se recomienda extraer la carne con ayuda de las pinzas y el tenedor. Aunque también se pueden comer con las manos (de forma discreta, claro). No es el caso de las ostras, que si intentas comerlas con las manos o el tenedor se te escurrirán. Aquí se debe emplear el tenedor para separar el molusco de la concha y utilizar esta para llevárnoslo a la boca.
En el caso de los mejillones, almejas, coquinas, etc., es decir, los que poseen concha un poco más pequeña que las ostras, cogemos la cáscara con una mano y con la otra pinchamos el bicho con el tenedor. Recuerda que hay que tener cuidado porque al ser tan elásticos puedes salpicar a los comensales. Si el molusco no es muy grande, podemos usar la cáscara como cuchara y comerlos de ahí directamente (recuerda no sorber).
Es cierto que en nuestro país el protocolo respecto al marisco es un poco más laxo, pero intenta ponerlo en práctica, o si lo comes con las manos procura no parecer «George de la jungla».
Así es el protocolo, y el saber no ocupa lugar, pero en realidad el marisco cada uno lo como quiere, ¡y más aún en Círculo marisquería!
¡Buen provecho!
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Protocolo para comer marisco
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A veces comer marisco puede ser un engorro ya que mancha mucho, y si estamos en una comida o cena con alguna persona con la que no tengamos mucha confianza, nos puede resultar incómodo. Normalmente no nos preocupamos del protocolo, pero tranquilos, que también está permitido consumirlo con las manos…, eso sí, sin sorber.
¿Has probado alguna vez a pelar los langostinos con cubiertos? Parece una tarea minuciosa, pero seguro que si te pones, es mucho más sencillo de lo que crees. Primero tienes que separar la cabeza del cuerpo, después con ayuda de un cuchillo se hace un corte longitudinal en la parte baja del langostino, y por último, separamos la cáscara. Te resultará fácil, eso sí, siempre y cuando el langostino esté bien cocido.
En las piezas más grandes, como el bogavante o la langosta, se recomienda extraer la carne con ayuda de las pinzas y el tenedor. Aunque también se pueden comer con las manos (de forma discreta, claro). No es el caso de las ostras, que si intentas comerlas con las manos o el tenedor se te escurrirán. Aquí se debe emplear el tenedor para separar el molusco de la concha y utilizar esta para llevárnoslo a la boca.
En el caso de los mejillones, almejas, coquinas, etc., es decir, los que poseen concha un poco más pequeña que las ostras, cogemos la cáscara con una mano y con la otra pinchamos el bicho con el tenedor. Recuerda que hay que tener cuidado porque al ser tan elásticos puedes salpicar a los comensales. Si el molusco no es muy grande, podemos usar la cáscara como cuchara y comerlos de ahí directamente (recuerda no sorber).
Es cierto que en nuestro país el protocolo respecto al marisco es un poco más laxo, pero intenta ponerlo en práctica, o si lo comes con las manos procura no parecer «George de la jungla».
Así es el protocolo, y el saber no ocupa lugar, pero en realidad el marisco cada uno lo como quiere, ¡y más aún en Círculo marisquería!
¡Buen provecho!
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