En Círculo Marisquería, sabemos que disfrutar de una buena caña es una de las grandes alegrías de la vida. Nada se compara con el momento en que te sirven una caña perfectamente tirada, con su espuma cremosa y su burbujeo refrescante. Pero, ¿alguna vez te has preguntado cómo se logra esa perfección? Hoy te contamos todos los secretos para tirar una caña correctamente y sorprender a tus amigos y familiares la próxima vez que tengas un grifo de cerveza a mano:

1. El primer paso crucial es seleccionar un vaso limpio y enjuagarlo con agua fría. Este paso ayuda a mantener la cerveza a la temperatura ideal y a evitar que la espuma se descontrole. El vaso debe estar libre de detergentes o restos que puedan alterar el sabor de la cerveza.
2. Sujeta el vaso en un ángulo de aproximadamente 45 grados. Esta inclinación es fundamental para controlar el flujo de la cerveza y formar una espuma perfecta. Un ángulo incorrecto puede provocar demasiada espuma o, por el contrario, que la cerveza salga sin espuma y sin vida.
3. A medida que el vaso se llena, comienza a enderezarlo lentamente. Este movimiento gradual ayuda a formar una cabeza de espuma consistente y cremosa. La espuma es crucial no solo para la presentación, sino también para proteger la cerveza de la oxidación y mantener su frescura.
4. Para finalizar, cierra el grifo mientras todavía tienes un poco de inclinación en el vaso y luego enderézalo completamente. La espuma debe tener una altura de aproximadamente dos dedos. Si es necesario, puedes ajustar el vertido para lograr la cantidad de espuma deseada.

Y una vez tirada la caña, es el momento de la presentación. Sirve la cerveza con una sonrisa y acompáñala con nuestro delicioso marisco o pescado. La cerveza debe tener una espuma consistente y una apariencia brillante. ¡Te esperamos!

En Círculo Marisquería, sabemos que disfrutar de una buena caña es una de las grandes alegrías de la vida. Nada se compara con el momento en que te sirven una caña perfectamente tirada, con su espuma cremosa y su burbujeo refrescante. Pero, ¿alguna vez te has preguntado cómo se logra esa perfección? Hoy te contamos todos los secretos para tirar una caña correctamente y sorprender a tus amigos y familiares la próxima vez que tengas un grifo de cerveza a mano:

1. El primer paso crucial es seleccionar un vaso limpio y enjuagarlo con agua fría. Este paso ayuda a mantener la cerveza a la temperatura ideal y a evitar que la espuma se descontrole. El vaso debe estar libre de detergentes o restos que puedan alterar el sabor de la cerveza.
2. Sujeta el vaso en un ángulo de aproximadamente 45 grados. Esta inclinación es fundamental para controlar el flujo de la cerveza y formar una espuma perfecta. Un ángulo incorrecto puede provocar demasiada espuma o, por el contrario, que la cerveza salga sin espuma y sin vida.
3. A medida que el vaso se llena, comienza a enderezarlo lentamente. Este movimiento gradual ayuda a formar una cabeza de espuma consistente y cremosa. La espuma es crucial no solo para la presentación, sino también para proteger la cerveza de la oxidación y mantener su frescura.
4. Para finalizar, cierra el grifo mientras todavía tienes un poco de inclinación en el vaso y luego enderézalo completamente. La espuma debe tener una altura de aproximadamente dos dedos. Si es necesario, puedes ajustar el vertido para lograr la cantidad de espuma deseada.

Y una vez tirada la caña, es el momento de la presentación. Sirve la cerveza con una sonrisa y acompáñala con nuestro delicioso marisco o pescado. La cerveza debe tener una espuma consistente y una apariencia brillante. ¡Te esperamos!